Esta tranquila y privada casa gallega mantiene la esencia de la vieja Galicia, modernizada, cálida y hogareña. Está bañada por el aroma del mar, una costa rural esperando a ser descubierta. A tan sólo 1 km de la playa de Xilloi, se encuentra una de las playas más espectaculares, con su chiringuito donde disfrutar de la gastronomía local. Con vistas al mar, el cortijo cerrado está inmerso en un entorno verde y rústico, aún en el tiempo, pero conservando las comodidades urbanas en su interior.

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Recientemente reformada y decorada, la propiedad es única. Mantiene espacios acogedores, con acceso al jardín por ambos lados. La zona es un lujo de espacios salvajes, verdes y playas.
Los viajeros tendrán lugares por descubrir, y las familias con niños disfrutarán de todos los encantos que ofrece la zona: playas, paseos, ciclismo, hípica, surf y deportes náuticos, etc., o simplemente senderismo por la inmensa variedad de senderos...
El barrio es un lugar de la zona costera de Galicia conocido por sus paradisíacas playas. Como vecinos, sólo encontramos una finca con su casa principal, aperos y granja, a 50 metros de la nuestra, ofreciendo una privacidad absoluta. Sus dueños, una pareja de buen ver, mayores pero aún activos, cuidan de las ovejas y sus pocas vacas...
A pocos minutos en coche, Vicedo es un centro urbano con sus restaurantes, bares, supermercados, y la vida de un pueblo pesquero costero. En el puerto pesquero, los marineros venden el fruto diario de sus capturas, y en la Bodeguita del Puerto, disfrutamos de nuestra propia cocina. Recomendamos venir en coche. La propiedad está cerrada y tiene un garaje con llave.

No se permite cargar coches eléctricos.
Esta propiedad requiere un depósito de seguridad de 200,00 €. Se recogerá por separado por la propiedad antes de su llegada o en el check-in. El depósito de seguridad se liberará después de la salida (7 días después del día de salida).