Esta casa independiente de carácter está situada en el corazón del pueblo, en un entorno tranquilo, pero a poca distancia de todos los servicios (tienda de comestibles, panadería, restaurante, entretenimiento durante los meses de verano). Desde la casa rural se pueden realizar numerosos paseos a pie o en bicicleta, incluido el acceso a la Chapelle Saint-Martin, desde donde podrá disfrutar de una magnífica vista de los alrededores. También estará bien situado para visitar el Parque Natural Regional de la Narbonnaise y todos sus tesoros en términos de fauna, flora y paisajes. Las hermosas playas mediterráneas están a menos de 15 minutos en coche. La casa rural dispone de una terraza privada con muebles de jardín y una plancha para animar sus comidas en los meses de verano. Hay aparcamiento privado y cerrado dentro de la propiedad. Una visita a la bodega cooperativa es posible con el propietario, donde podrá apreciar la cultura local y terroir.

La Cave de Papé es una antigua bodega que consta, en la planta baja, de un gran salón climatizado con una zona de estar (sofá, sillones y TV conectada), una mesa de comedor y una cocina totalmente equipada situada justo al lado del lavadero (lavadora). También hay un WC separado y un trastero. Arriba (también con aire acondicionado), un primer dormitorio con una cama de 160 cm y un segundo dormitorio con dos camas de 90 cm que se pueden juntar. Un cuarto de ducha separado con un bonito lavabo y una ducha a ras de suelo. Un segundo WC separado. Instalaciones para bebés bajo petición. Se aceptan mascotas bajo ciertas condiciones (cargo de 50 euros). Calefacción eléctrica con suplemento. Servicios opcionales : Ropa de baño: 6€/persona, sábanas para 1 persona: 8€/cama, sábanas para 2 personas: 12€/cama. Servicio de limpieza de fin de estancia: 60€.

Entre Narbona y Perpiñán, La Cave de Papé está situada entre el mar y las garrigas en el encantador pueblo de Roquefort-des-Corbières

Consumo de electricidad: una tarifa fija de 2 kWh/día/persona está incluida en el precio. Más allá de esta cantidad, el consumo deberá pagarse al propietario al final de la estancia (según lectura del contador a la llegada y a la salida).