Apartamentos y alquileres en La Aldea de San Nicolás

Ubicado en el extremo más oeste de la Gran Canaria se encuentra La Aldea de San Nicolás, un hermoso municipio donde el ajetreo de la vida urbana, el ruido y la contaminación no han llegado. Cuenta con playas, museos y parajes naturales de ensueño, además de una cultura local viva y encantadora. Más que un destino turístico, es el refugio perfecto para aquellos que buscan escapar del estrés y la monotonía de la vida cotidiana a la vez que disfrutan de los paradisiacos paisajes que tiene la isla para ofrecer.

Disfruta de hermosas vistas al mar desde la comodidad de tu alojamiento. Sal a la terraza y observa cómo las olas chocan con la costa. Puedes alojarte cerca de la playa si deseas despertarte con el olor a brisa marina colándose por tu ventana, o elegir un lugar más cercano al centro para poder tener toda la Aldea a tu disposición. Encuentra el alojamiento perfecto para tu bolsillo y tus necesidades con la ayuda de Holidu.

El municipio de La Aldea de San Nicolás es uno de los más remotos de la isla, con un acceso limitado a dos carreteras llenas de curvas. Debido a ello, este lugar es el refugio de playas vírgenes y de un pueblo donde las costumbres locales de antaño siguen vigentes. Los Museos Vivos de la Aldea son lugares donde puedes disfrutar de la cultura canaria a través de personas vivas y no de reconstrucciones o artefactos. La cultura no se limita a los museos, un paseo entre las fachadas coloniales de La Aldea es como hacer un viaje al s. XVIII.

¿Qué mejor manera de relajarse que escaparse a un lugar con hermosos paisajes que no han sido aún tocados por la mano del hombre? Mucho del ecosistema que rodea a La Aldea de San Nicolás está aún virgen, debido a la difícil accesibilidad de algunos de estos sitios, además de la lejanía de la Aldea con respecto al resto de locaciones de la isla. Un paseo por la Playa de la Aldea puede ser maravilloso para quien esté buscando algo de aire fresco. Sin embargo, si lo que buscas son paisajes preciosos y no le temes a algo de aventura, puedes hacer algo de senderismo o tomar un barco y disfrutar de playas exóticas y escondidas como la de Güi Güi.

Cuenta con una extensión de más de medio kilómetro de arena fina y un paseo marítimo conformado por cafeterías y restaurantes donde puedes comer y disfrutar de unas hermosas vistas al mar Atlántico. No olvides darte un buen chapuzón en sus aguas cristalinas.

Este lago está formado por agua de mar que se ha filtrado y ha quedado estancada al pie del barranco. Es uno de los lugares más emblemáticos de la zona debido a la Fiesta del Charco, también llamada la “Fiesta de la Embarbascada” haciendo referencia a una antigua técnica de pesca local donde se aventaban plantas con propiedades somníferas al agua que hacía a los peces más sencillos de atrapar.

Puedes recorrer el casco histórico a través de la Calle Real, pasando por puntos importantes como La Plaza de la Alameda, la Iglesia de San Nicolás de Tolentino, el Ayuntamiento y La Placeta. En los alrededores de la Calle Real podrás apreciar las fachadas de las casas que aún se mantienen intactas desde el s. XVIII. y otras que datan del s. XIX. Anímate a explorar las callejuelas que se separan de la calle principal y visita alguno de los bares o cafeterías que se encuentran allí.

Esta red de museos tiene diversos locales esparcidos por el municipio, y en ellos puedes apreciar a los artesanos llevando a cabo sus labores y actividades de manera tradicional. Son lugares maravillosos para apreciar las costumbres y tradiciones de esta localidad. Algunos de los museos pertenecientes a este proyecto son el Museo Vivo de La Gañanía, el Almacén de Empaquetado de Tomates y lugares como La Zapatería, La Barbería y La Herrería.

Fue en su momento un antiguo asentamiento aborigen, en la actualidad es un parque cultural donde podrás observar parte de los restos que quedan de esta población que habitó las tierras de La Aldea de San Nicolás por más de 1500 años. Parte de las estructuras que quedan acá son casas cruciformes donde se daba sepultura a los muertos y estructuras de carácter doméstico.

Deléitate con las hermosas vistas al inmenso y azul océano Atlántico. Desde este mirador también puedes observar con claridad la llamada Cola de Dragón, una formación de acantilados en zigzag. Aprovecha tu visita y hazle hermosas fotos al verde valle de La Aldea que también podrás observar desde este mirador.

Si eres amante de las aves, este es un lugar imprescindible para visitar, ya que atrae a variedad de especies migratorias y locales. Dentro de este bosque conviven pozos de agua dulce y de agua salada que se ha filtrado desde el mar, constituyendo un paisaje peculiar que alberga distintas especies endémicas de reptiles, peces, pequeños mamíferos y distintos tipos de aves. Recorre este humedal y disfruta de la riqueza ecológica de la zona.