Casas rurales en Peñaflor

Las casas rurales de Peñaflor son una magnífica elección para disfrutar de una escapada de fin de semana en familia o con amigos. Situadas principalmente dentro del caso urbano de la localidad, rodeadas de todo tipo de servicios para que no eches nada en falta durante tu estancia y, al mismo tiempo, rodeadas de naturaleza, ya que se encuentran muy próximas al Embalse de José Torán, al Embalse de Retortillo y al Parque Natural Sierra de Hornachuelos, donde podrás disfrutar de numerosas excursiones y actividades de turismo activo. ¿A qué esperas para reservar tu casa rural en Peñaflor?

La mayor parte de las casas rurales de Peñaflor cuentan con capacidad para más de 6 personas, por lo que son ideales para familias y grupos de amigos que quieran descansar y disfrutar de las bondades del turismo rural por unos días. Casi todas ellas presentan la estética habitual de las construcciones típicas de la zona, con fachadas blancas, cubiertas de teja árabe y elementos en color azul. Con interiores cálidos y acogedores gracias a los revestimientos de madera, piedra y barro, y dotadas de chimenea para caldear la vivienda en invierno. Y si viajas en verano, tendrás a tu disposición unos amplios exteriores con barbacoa y piscina privada. ¡No esperes más para reservar tu casa rural en Peñaflor!

Enclavada sobre el margen derecho del Guadalquivir, muy cerca de las estribaciones de Sierra Morena, Peñaflor es un magnífico destino para disfrutar de una relajada escapada de turismo rural. De hecho, el principal reclamo de la localidad es su entorno natural, debido en gran medida a su cercanía como los pantanos de Retortillo y José Torán, y a la Sierra de Hornachuelos. El escenario ideal para hacer senderismo y practicar actividades de turismo activo. De hecho, posee numerosos itinerarios de distintos niveles. ¡Reserva ya tu casa rural en Peñaflor y ven a disfrutar de un divertido fin de semana junto a los tuyos!

Si te gusta la historia y disfrutas haciendo visitas culturales, no dudes en reservar una casa rural en Peñaflor. Y es que la localidad cuenta con numerosos monumentos y edificios de siglos atrás que merecen la pena una visita. La iglesia de San Pedro Apóstol, erigida en el siglo XVII, es el edificio más emblemático, pero tampoco puedes perderte la Casa Palacio, el Convento de San Luis, la iglesia de San Isidro Labrador y las ermitas de Nuestra Señora de la Encarnación y de Nuestra Señora de Villadiego.

En la parte más alta del pueblo se encuentra el Barrio de la Morería, lleno de estrechas callejuelas empinadas que conservan el antiguo trazado árabe. Allí podrás ver el Castillo de Peñaflor, del siglo XII, y el Conjunto Arqueológico de Casas Cueva, una antigua necrópolis romana que actualmente es usada para viviendas.

Ubicada en la calle Blancaflor, la ermita de los Santos Mártires es un pequeño edificio de estilo barroco que fue construido en el siglo XVIII y que se encuentra anexo a una tumba de época romana excavada en la roca. Está dedicada a San Críspulo y San Restituto, que según dicen, murieron a mano de los musulmanes.

El Pantano de José Torán se encuentra en el cauce del río Guadalbacar, formando parte de las localidades de Lora del Río, Constantina y La Puebla de los Infantes. Además de ser un lugar ideal para hacer senderismo y practicar actividades acuáticas, posee una magnífica playa fluvial para refrescarse en verano.

A unos 20 km de Peñaflor se encuentra el Parque Multiaventura de Hornachuelos, un plan ideal para familias con niños. Y es que cuenta con varias atracciones interesantes que aprovechan el río Bembézar. Pero además, en la zona podrás hacer senderismo, dar un paseo en canoa o contemplar el vuelo de los buitres.

Ubicado junto al curso del Guadalquivir, el Parque del Higuerón se encuentra junto a la construcción prerromana que era usada para proteger la zona de las crecidas del río. Un lugar fantástico para dar agradables paseos y disfrutar de una relajada jornada en familia en plena naturaleza.

Desde tiempos remotos, la zona ha sido una importante vía de comunicación dentro del territorio. El primer asentamiento de la zona que se conoce es del siglo VIII a. C. Se trata del poblado de Celti, que actuaba como punto intermedio de la vía Hispalis-Corduba. Un gran recinto amurallado que todavía hoy conserva algunos vestigios.

Otro de los grandes atractivos de Peñaflor es su gastronomía típica, donde las carnes de caza son el ingrediente protagonista. Son habituales los guisos de conejo y perdiz. Pero tampoco puedes dejar de probar los alcauciles, los espárragos, las migas y el famoso pan elaborado por la empresa “Panflor”.