Villas y chalets en Biarritz

A 20 km de la frontera española y en pleno Golfo de Vizcaya se encuentra la localidad de Biarritz, un antiguo pueblo pesquero que fue llenado de palacetes y preciosos palacios en el s. XIX luego de que las supuestas propiedades terapéuticas de sus aguas atrajeran a figuras como la emperatriz de Francia Eugenia de Montijo y su esposo Napoleón III. Lleno de lujo y glamur y con un corazón aún apegado a sus humildes orígenes, Biarritz es un balneario maravilloso para pasar tus próximas vacaciones.

Disfruta de tus vacaciones al máximo en un alojamiento espacioso y cómodo con capacidad para hasta 10 personas, equipado con todas las comodidades y con una decoración moderna. Date un chapuzón en tu propia piscina mientras te bañas en la luz del sol o túmbate en el jardín mientras te deleitas con un buen libro. Sal a dar un paseo a la playa cuando lo desees, encuentra alojamientos a pocos metros de la orilla. Planea tus próximas vacaciones de ensueño en las doradas playas de Biarritz con la ayuda de Holidu.

Se dice que Biarritz es el lugar con unas de las mejores playas de toda Francia. Por algo históricamente ha sido el sitio preferido de la realeza francesa para pasar sus vacaciones de verano. La temperatura media de Biarritz es de 20 grados centígrados, por lo que cuenta con un clima de ensueño gran parte del año. Sus veranos son frescos y sus aguas templadas, haciendo de sus playas un destino veraniego maravilloso para unas vacaciones de ensueño. Hazle una visita a la Gran Playa o a la Playa de Puerto Viejo cuando quieras darte un buen chapuzón.

Biarritz está plagada de tiendas de surf y de alquileres de tablas. Sus playas de grandes olas y mucho viento son perfectas para la práctica de este deporte. Para los principiantes y curiosos del surf hay diversas escuelas dispersas en las playas de Biarritz, y para los más experimentados hay kilómetros de costa donde pueden sacar sus tablas y montar las olas. Puedes practicar surf en playas como la playa de Marbella, Milady y la Playa de la Costa de los Vascos.

De todas las hermosas playas que se encuentran la costa de Biarritz, esta es la más famosa. Lo más característico de esta playa son sus pintorescas casetas de colores adornadas con rayas que reposan sobre la arena dorada. Recorre su preciosa costa azul, date un buen baño y llena tu estómago con algo de gastronomía local en alguno de sus restaurantes en el paseo marítimo.

Se encuentra en el centro de la ciudad y es el lugar perfecto para adentrarte de lleno en la gastronomía local. Puedes comprar productos de gran calidad y frescura, o sentarte en alguno de sus restaurantes y degustarlos directo del mercado. No pierdas la oportunidad de llevarte un buen queso francés o algo de pan fresco en tu visita al mercado.

Se le considera como parte de La Gran Playa. Sin embargo, en este tramo de la costa se encuentran numerosas escuelas de surf y bodyboard, por lo que es un gran lugar a visitar si estás interesado en practicar estos deportes.

La estatua de la virgen que se encuentra en este islote fue colocada allí en 1865 para vigilar el mar y proteger a la localidad de tormentas. Se accede a ella a través de una pasarela de metal que la conecta con la costa. Desde este mirador puedes tener una vista envidiable del Golfo de Vizcaya.

Ubicado al pie de La Gran Playa, fue la antigua residencia imperial de verano de Napoleón III y de su esposa, la emperatriz Eugenia de Montijo. Al caer la monarquía, el palacio fue vendido y convertido en un lujoso hotel que siguió acogiendo a miembros de la realeza y la alta burguesía española durante sus estadías veraniegas en Biarritz. Puedes ir al bar que se encuentra en la terraza y disfrutar de una bebida en este hotel de 5 estrellas.

Como su nombre lo indica, es la playa más cercana al puerto de pescadores de la ciudad. A diferencia de las demás playas de Biarritz, en esta parte de la costa no hay grandes olas ni mucho viento, haciéndola un lugar perfecto para aquellos que vienen con niños pequeños o personas que quieran pasar la tarde en una playa tranquila y disfrutar del sol. En un peñasco podrás observar también la hermosa Villa Belza. No te vayas sin tomarle unas cuantas fotos a esta magnífica edificación.

Construida entre 1898 y 1903, esta iglesia de estilo neogótico fue una edificación que se alzó encima de la antigua capilla en honor a Santa Eugenia. Está ubicada al lado del puerto y cuenta con hermosas vistas hacia el mar, además de un interior repleto de magníficas vidrieras hechas por Luc-Olivier Merson.