Casas rurales en las Rías Bajas

Un monte verde y frondoso lleno de historias mágicas, unas islas de ensueño donde disfrutar del mejor atardecer del mundo, unas playas idílicas donde querrías quedarte a vivir para siempre… Y es que la naturaleza ha sido más que generosa en las Rías Bajas, regalándose paisajes de incomparable belleza llenos de exuberantes bosques, imponentes acantilados, playas paradisíacas, majestuosas montañas, etc. ¿A qué estás esperando para reservar una casa rural en las Rías Bajas y venir a descubrirlas?

Las Rías Bajas son un destino ideal para aquellos que llegan buscando relajación y huir de las masificaciones turísticas. De hecho, la mayoría de los viajeros que llegan a la zona lo hacen para disfrutar de su cultura, su clima templado, su exquisita gastronomía, sus maravillosas playas y sus impresionantes parajes naturales. Aquí podrás encontrar rincones que se mantienen aislados y verdaderos refugios de paz y silencio, perfectos para aquellos que quieres alejarse del estrés, desconectar por completo y volver a casa con las pilas cargadas. En este sentido, Caldas de Reis, {Mondariz-Balneario}{10653}}, la Ensenada de San Simón y Cabo Home son algunos de los mejores lugares para reservar una casa rural en las Rías Bajas.

El Parque Nacional de Corrubedo es un conjunto geológico que se formó hace más de 12.000 años. En sus casi 1.000 hectáreas de superficie alberga dos lagunas de agua dulce y una de aguada salada. Un lugar de cita obligada para los aficionados a la ornitología, ya que cuenta con un magnífico observatorio de aves.

Cruzando uno de los puentes más largos del continente europeo, llegarás a la Isla de Arousa, un pequeño paraíso natural lleno de playas y calas de finísima arena blanca. Pero además, aquí se encuentran el Faro de Punta do Cabalo, el islote Areoso, el Parque Natural del Carreirón y el Mirador O Con Do Forno.

La Cascada de Ézaro es un lugar increíble donde el río Xallas muere en el Atlántico, precipitándose al vacío a más de 40 metros de altura, hasta el canon que se encuentra a los pies del Monte Pindo, siendo la única cascada de Europa que cae directamente al mar. Además, muy cerca se localiza el Museo de la Electricidad.

El Cabo de Finisterre fue bautizado por los romanos con este nombre porque creían que se trataba del Fin de la Tierra cuando llegaron desde la antigua Gallaecia. Sin duda, es una experiencia inolvidable disfrutar de una maravillosa puesta del sol mientras el sol se va ocultando en el mar, justo antes de que se encienda el faro de mediados del siglo XIX.

En la población de Barro, a poco más de media hora de Vigo, se sitúa el Parque Natural del Río Barosa, cuyo mayor atractivo es la impresionante cascada de 60 metros de altura, en torno a la cual pueden verse 14 molinos antiguos. Además, hay un sencillo sendero que discurre paralelo al río y que cuenta con merenderos.

Las Islas Cíes y las Islas Ons son algunos de los archipiélagos que conforman el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia. Un impresionante paraíso natural que presume de ser uno de los más bellos de España. La playa de Rodas fue reconocida como una de las mejores playas del mundo según el periódico “The Guardian”.

La provincia de Pontevedra alberga una de las joyas más desconocidas de las Rías Bajas, los bosques de secuoyas. El de Monte de Pena da Moa, en Ponte Caldelas, está considerado como el más antiguo de Galicia y el del Monte Castrove tiene el orgullo de ser el más grande de toda la comunidad, creado para conmemorar el 500 aniversario de la llegada de Colón a América.