Subida del IVA para alquileres vacacionales
La reforma fiscal, por la cual los apartamentos y casas destinadas al turismo pagarían un 21 % de IVA, ha generado controversia en el sector, que denuncia que podría debilitar la demanda y desestabilizar el mercado.

España es un país que se enfrenta a un reto mayúsculo de difícil solución relativo a la vivienda; el de encontrar un equilibrio justo y proporcionado entre los pisos y casas de alquiler para vivienda, y los destinados al sector turístico. El conflicto se ha enquistado conforme ha ido creciendo el mercado del alquiler vacacional.
El gobierno ha movido ficha y quiere sacar adelante la subida del IVA en los pisos turísticos de un 10 al 21 % aludiendo que recortará la rentabilidad de este tipo de viviendas, con la intención de “transformarlas en viviendas para el alquiler permanente. De esta manera, se pretende aliviar la falta de vivienda habitual en las zonas tensionadas”.
Y es que el desmesurado crecimiento de los alquileres a corto plazo ha tenido un fuerte impacto en el mercado inmobiliario, lo que ha dificultado a muchos residentes el acto de comprar o simplemente alquilar una vivienda de larga duración. Algunos gobiernos regionales y locales han introducido leyes estrictas que exigen que quienes quieran alquilar un apartamento a corto plazo estén debidamente registrados en su ayuntamiento —o en la comunidad autónoma— y deban comunicar toda la información fiscal con respecto al alojamiento turístico.
Por otro lado, no hay duda de que el turismo causa un impacto positivo en el mercado inmobiliario, pues actúa como motor de desarrollo y crecimiento económico. Las estadísticas son reveladoras: las inversiones extranjeras en el mercado inmobiliario español alcanzaron los 10 000 millones de euros en 2023, según datos del Banco de España. Es el otro lado de la moneda, donde se encuentran las personas que desean invertir o alquilar apartamentos turísticos para obtener beneficios.
Efectos de la subida del IVA en los alquileres vacacionales en España
Empecemos por lo más básico: ¿qué es el IVA? En la estructura tributaria, el impuesto al valor añadido pertenece a los impuestos indirectos. Esto significa que su importe está incluido en el precio de los servicios y bienes. Aquí entrarían los servicios de alojamiento turísticos, según quiere recoger el gobierno en la nueva ley. En la cadena lo paga el consumidor final. Los productores y clientes no lo cuentan en sus ventas ni en sus costes. Este impuesto tiene cuenta propia y los pagadores calculan su importe al comprar y vender, y pagan la diferencia o la reciben de la oficina de impuestos.
Pues bien, la intención de subir el IVA de los alquileres vacacionales al 21 % no ha sido especialmente popular en el sector inmobiliario. La Asociación Española de Consumidores (Asescon) no se ha mostrado entusiasta precisamente con la medida que quiere impulsar el gobierno a partir del 2025. A juicio de esta entidad, la subida será sufragada por los consumidores y no por los propietarios o anfitriones del alquiler turístico. Alerta, a su vez, que estos pisos turísticos tienen un gran margen de rentabilidad y que el cambio en la recaudación no supondrá cambios significativos ni a medio ni a corto plazo.
Otras voces críticas señalan que una de las consecuencias negativas que podría acarrear el aumento del IVA en los pisos turísticos sería la de ahuyentar la inversión empresarial y acabar con cientos de puestos de trabajo. Asimismo, podría disminuir la calidad de los alojamientos, lo que provocaría a su vez una huida progresiva de las empresas turísticas en los principales destinos del país.
Por otra parte, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), asociación que representa a más de 16 000 establecimientos en España, ha manifestado su preocupación en torno a los cambios que pretende instaurar el gobierno el próximo año, advirtiendo que existe el peligro de confundir cada modalidad y, por tanto, que hayan alojamientos ya reglados que sufran una injustificada subida del IVA. En última instancia, y en un comunicado, la entidad ha manifestado que el IVA actual debe mantenerse y que han de incorporarse al pago “todas aquellas actividades turísticas que hoy no lo están declarando”.
Por último, algunos economistas de criterios liberales abogan, sencillamente, por una total libertad en el mercado inmobiliario, con la esperanza de que este se regule paulatinamente hasta equilibrar precios y así mejorar la convivencia colectiva.

Cambios fiscales que contempla la ley
En la actualidad, los propietarios de los alquileres turísticos y vacacionales no tienen que pagar IVA; están exentos. Tan solo deben pagar un 10 % si desean incluir ciertos servicios en su actividad diaria, tales como servicios de lavandería, tintorería, comidas y desayunos, etc. En cualquier caso, muchos alquileres vacacionales que incluyen estos servicios todavía no han actualizado su fiscalidad; una de las principales tareas de Hacienda en el sector. Voces críticas argumentan que existe un limbo fiscal del que se aprovechan algunos negocios.
El principal cambio fiscal que pretende sacar adelante el gobierno es que todos los pisos turísticos paguen un 21 % de IVA, bastante por encima de lo que actualmente tributan los hoteles: un 10 %. El motivo, como hemos mencionado con anterioridad, sería equilibrar el mercado de la vivienda y dejar espacio para el alquiler convencional no turístico.
Consejos prácticos para ajustar los precios o adaptar tu negocio
Ajustar los precios sin realizar un incremento desmesurado que desemboque en el desánimo de los huéspedes es posible, pero hay que sumar esfuerzos y sacar la calculadora. Estas son algunas de las opciones para no inflar tus precios:
- Ofrecer servicios adicionales y externos con los que recaudar dinero y equilibrar las cuentas. Puedes aliarte con otros emprendedores para proponer un paquete de experiencias (visitas guiadas, talleres, excursiones, comidas, etc.) a tus huéspedes y así poder mantener los precios.
- Redondear los precios al alza sin que sea una cantidad desmesurada. Por ejemplo, si pernoctar una noche en tu piso de alquiler cuesta 47 euros, puedes elevar el precio hasta los 50.
- Sumar servicios y prestaciones a la estancia. Se trata de sumar a la estancia diferentes extras que aporten valor añadido. Puedes incorporar, por ejemplo, un desayuno gratis, un late check out o un early check in, una guía por la ciudad, etc. Si la calidad aumenta, al huésped no le importará soportar el IVA.
El futuro pasa por regular desde el consenso social
El conflicto del alquiler a corto plazo representa un desafío complejo para las ciudades y pueblos. Un debate acerca de la gestión de la vida urbana que involucra cuestiones diversas relacionadas con la sostenibilidad, la libertad económica, la identidad cultural y la calidad de vida en las urbes.
La regulación de los alquileres a corto plazo es una cuestión crucial para aquellas ciudades que intentan equilibrar el turismo con la calidad de vida de los residentes. Una gestión inteligente y equilibrada de los recursos inmobiliarios es totalmente fundamental para asegurar la libertad económica a la vez que un crecimiento sostenible y favorable también para los residentes.
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